El objetivo de la etiqueta europea del neumatico es mejorar la eficiencia energética y medio ambiental, y la seguridad del transporte por carretera.

Los fabricantes de neumáticos tendran que realizar los test definidos por la Comunidad Europea para de esta forma calificar los neumaticos dentro de tres baremos.

Ahorro de carburante.

Clasificación de A a G. Evalúa el nivel de resistencia a la rodadura y la contribución del neumático al ahorro de carburante. La diferencia entre una clase A y una clase G puede reducir el onsumo de combustible hasta 0,5 litros / 100km.

Seguridad.

Evalúa la distancia de frenada en suelo mojado. Clasificación de A (mejor adherencia en mojado) a G (peor adherencia en mojado). La diferencia de distancia de frenada en mojado es más de 18m. en turismos.

Ruido ambiental.

Clasifica el nivel de ruido exterior de la rodadura de los neumáticos. Los niveles de ruido exterior están medidos en decibelios /db) y divididos en 3 categorías: una onda para los menos ruidosos a tres ondas los más ruidosos.

Desde ahora cada vez que compremos un neumático podremos decidir cual escoger no solo por la garantía de la marca sino por algo mucho más importante, la funcionalidad del propio neumático. Gracias a los parámetros estandarizados podremos escoger el neumático que tenga las mejores condiciones de seguridad, ahorro de combustible y sonoridad.

Pero creemos que por encima de todo supondrá un antes y un después en la fabricación de neumáticos y más concretamente en la intensidad que estos tendrán a la hora de evolucionar sus productos. Desde el momento que al comprar un neumático el cliente tiene valores objetivos de su funcionamiento, los fabricantes intentaran estar dentro de los valores que avalen sus neumáticos con las mejores aptitudes.